Y si esto no fuera vida...

Alguna vez quise mandarte a la mierda por el instante de odio que convertiste en indignación, pero no pude concretarlo por la cobardía que sembraste día a día en mí, cada vez que no permitías que sea un impulsivo y avezado loco, atrevido al mundo, atrevido a ti. Aprendí de la inseguridad de tus días y de la dulce desazón de querer ser como no soy porque lo que soy me lleva a lo que demasiadamente nadie es.

Alguna vez trate de enfrentarme a tu gran rostro y siempre flaquee con cada molde que aprendiste para mi, o me des atreví simplemente por la tierna mira, o quizá temí la soberbia sonrisa que dibujaste con el paso del tiempo…

Entre cara y cara, entre juego y juego hoy sentado frente a ti te vi llorar, llorar por las estúpidas miradas, por las erróneas sonrisas, por el remordimiento de una mala actitud o por la inconsciencia de lo vivido, llanto balbuceante que pide un retardado perdón y que cada vez que lo escucho, te odio una y otra y otra vez; quise partirte la cara y romperte el alma una vez más, pero, me di cuenta que jamás debí pensar en eso de ti.

Errar es aun un gesto humano y si por cada error que cometiste hoy me robas una sonrisa y me permites escuchar unas cuantas canciones, entonces debo agradecerte cada detalle y victoria que tuviste para mí.

Lo acepto no has sido lo mejor pero tampoco has sido lo peor, siempre me equilibraste en la navaja del destino y si alguna vez me llevaste al filo (como hoy), otras veces me tuviste en el mango y con el mando y la dirección del camino.

Así es, hoy me haces dejar de vivir, pero sé que para mañana tendrás algo mucho mejor por lo que te agradeceré cada día más; sin embargo hoy uno de los tantos días que te detesto por ser como soy, déjame agradecerte y decirte vete a la mierda… ¡vida!

1 comentario:

Liz dijo...

Wao... esta bueno¡