Desde que vemos la primera luz del día hasta el día de nuestra muerte esperamos que nuestro verdadero rostro se cubra del rostro más agradable para todos: ¿mascaritas o doble personalidad?...
Desde el bebe que se sumerge en el eterno llanto esperando que sea complacido su pequeño capricho, pasando por el niño que sonríe cuando sabe que hizo algo malo para que no digan que esa cara inocente es de culpa, quizá el mendigo de la esquina que dice ser mudo esperando unas monedas quien sabe si para comer o para beber y que te maldice con una fornida voz cuando no se las das, o tal vez el policía que puso su cara de rectitud cambiándola por una enorme sonrisa después de darse cuenta que debajo de tu brevete se esconde un buen billete, sin dejar pasar al sacerdote que te da la bendición mientras das tus donaciones para la iglesia y te maldice cuando no lo haces.
Alguien ha dejado de poner una cara alegre cuando esta triste, alguien se ha detenido de estrechar la mano cuando en realidad quiere dar un golpe, alguien ha dejado de llenar de flores cuando por dentro maldice; alguien alguna vez se ha preguntado ¿qué persona sobre la faz de la tierra no utiliza una máscara? o tal vez se han preguntado ¿lo que hacemos es llevar una doble personalidad o esconder por unos segundos algo tras una máscara?
Pero para preguntarse todo esto primero porque no se preguntan ¿el sol puede ser cubierto con un dedo? o mejor dicho ¿podemos fingir ante la realidad?
No somos unos dulces manjares para ir por el mundo gustandoles a todos...
¡NO se puede SER y no ser ALGO al mismo tiempo y BAJO la misma APARIENCIA!
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