"Espabilado desconcierto"




Entre el frío sentido corporal y la calidez invernal de un amanecer de julio, aun despierto a vagas sombras, sombras lejanas de una luz al final del camino que, cada instante se apaga mas y mas; que por momentos intento alcanzar y por momentos la necesito alejar.

Quizá como medicina perfecta, o tal vez como un doctorado crucial para acrecentar el dolor, no sé cómo se vea, no sé cómo se sienta; pero la realidad es más obvia y la nubosidad del cielo lleno de gotas consternadas y a la espera de una descarga para empapar mi ser, están ahí; sobre mi cabeza, sobre mi techo, sobre mi despertar.

Y es preciso no evadir o intentar ocultar una entidad verdadera, esconder tras los ojos del no aceptar una realidad verdadera de sendos sentimientos a cuestas, opacándola con la poca necesidad de recibir algo que se desea, o con tratar de ser y sentirse superior por la triste superficialidad que un día terminara por convertirnos en los topos que cavarán un hueco tan profundo que cruzara nuestras almas como el océano que cruza la infinita esencia del universo.

Y entonces es preciso no dejar de ser lo que siempre se ha sido por convertir en hechos amoldados, palabras consejeras de un sabio improvisado que de la vida no vivió mas que unos cuantos segundos.

Entonces se vuelve necesario ser presa de nuestra propia inmadurez, o quizá de la corta madurez adquirida en esta parcial vida, la conclusión necesaria es el ser lo que siempre se quiso, aceptar y valorar lo que se tiene, tratar de ser mas sin menospreciar a los que menos tienen y no ser lo que jamás se ha sido por el simple prototipo que dibujaron sobre si.

Pues si bien existe el día cumbre de fama congénita, existe también el día de declive perfecto en el que, se siente que todas las caras que una vez apuntaron sobre uno, terminan haciendo una incontrastable mueca y mirando hacia el costado porque apareció alguien "más perfecto", después de la “perfección ideal” , creada por su utópica mentalidad; ósea si existe el blanco, ¿existe también un "mas blanco"?, entonces solo sirve para darnos cuenta de que lo que un día no fuimos y hoy somos, mañana dejaremos de serlo con el mismo toque de magia con el que lo fuimos, y vendrá la frustración inmediata.

¿Donde quedara todo esto que se lleva dentro y que por el importuno orgullo de los detalles no se puede lograr?... ¿Represión o falta de principio?, ni lo uno ni lo otro quizá solo cuestión de dejar llevar la mente o de empezar a definir la personalidad innata.

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